Las autoridades en Craiova, sudoeste de Rumania, abrieron una investigación contra seis personas alegadas para haber empalado al cuerpo de un aldeano que se había transformado en vampiro. El cuerpo de Petre Toma había sido desenterrado seis semanas después de su muerte por su cuñado en presencia de varios miembros de la familia, incluyendo su viuda y su nieta. Según varios testimonios, hicieron una incisión en el pecho de Toma para extraer su corazón antes de quemarlo. Las seis personas explicaron que después de la muerte de Toma sufrían debilidad como si no tuvieran más sangre, Uno de sus parientes declaró que tras la muerte se apareció en su habitación y que por la mañana no podía levantarse.La nieta declaró que tan pronto como el ritual del exorcismo fuera realizado el cadaver no volvió a aparecerse a su familia.
Cuando levantamos la tapa del ataúd sus brazos no estaban en su pecho como los habíamos dejado cuando lo enterramos. Su cabeza estaba de costado y sus labios manchados con sangre.
El Sunday Times divulgó que los aldeanos afirmaron que este ritual del exorcismo era sabido y practicado durante mucho tiempo en el área, y que tenía eficacia contra vampiros. Por siglos hemos tenido que protegernos contra estas criaturas encontrando los sepulcros de los no-muertos y arriesgando nuestras vidas sacando afuera sus corazones, dijo un granjero local de 63 años. La aldea de los asesinos del vampiro se ha convertido en el foco de una investigación policial que ha revivido no sólo los miedos a los no-muertos, sino la voluntad de actuar en ellos. La saga comenzó cuando Petre Toma, setenta y seis, fue enterrado en el Año Nuevo. La familia de su sobrino se caía enferma con una enfermedad inexplicada y algunos días más adelante un testigo demandado había visto a Toma el salir de su casa antes de la salida del sol mientras que una multitud de cuervos volaba sobre él.
Después de que el pecho del cadáver hubiera sido abierto con una estaca de madera el corazón fue quitado. Estaba lleno de sangre fresca. Su cuerpo se relajó y lo oímos suspirar. El corazón fue quemado sobre las ascuas de un fuego y las cenizas puestas en una botella de agua de la aldea bien para hacer una poción de la que bebieron. Los investigadores pronto descubrieron evidencia de hasta veinte asesinatos de vampiros en los últimos años. Para muchos rumanos, los vampiros no son leyenda sino una realidad aterrorizante.